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jueves, 13 de junio de 2013

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE ACTUALMENTE LA ESTENOTIPIA?

Estenotipia Grandjean
En mis dos anteriores artículos reflexioné sobre la importancia actual de la mecanografía y la taquigrafía, y quizá transmití una visión un tanto pesimista, posiblemente por la escasa atención que las administraciones educativas españolas prestan a estas materias. En el caso de la estenotipia espero ser algo más optimista, aunque la administración también da la espalda a esta formación.

En España la estenotipia tiene una doble vertiente: mecánica o tradicional e informatizada. En el primer caso, el de la estenotipia mecánica o tradicional, la situación es similar a la taquigrafía, es decir, prácticamente ha desaparecido, a pesar de la importante labor que desarrolla la asociación de estenotipistas, radicada en Madrid.



Estenotipia Stenograph
En cuanto a la estenotipia informatizada, la situación es completamente distinta y, desde mi punto de vista, más esperanzadora. En primer lugar, a la labor de la asociación de estenotipistas, cuya enseñanza se basa en el sistema Grandjean, se une la destacadísima actuación que en este ámbito desempeña la empresa Stenotype España, sistema Melani (www.stenotype-es.com).



Para que la estenotipia informatizada sea realmente válida tiene que ofrecer traducción en tiempo real, es decir, que a medida que un discurso se desarrolla, el estenotipista tiene que ser capaz de ofrecer por escrito y simultáneamente lo que está escuchando. Si esta premisa no se cumple este sistema, desde mi punto de vista, no estará dando respuesta cabal para aquello para lo que fue realmente diseñado.


Hemiciclo Congreso Diputados
En la actualidad, son muchas las demandas profesionales a las que este sistema de estenotipia informatizada puede dar respuesta: subtitulado de programas de televisión, en directo y en diferido; arbitrajes, juicios o consejos de administración; debates parlamentarios o de otra naturaleza; es decir, el estenotipista informatizado, a diferencia del taquígrafo o del estenotipista con sistema mecánico o manual, sí tiene más posibilidades para labrarse una carrera profesional y acceder a puestos de trabajo cualificados y, en principio, bien remunerados.


Hemiciclo Senado
No obstante, conviene hacer algunas matizaciones sobre esta especialidad. Como ha quedado apuntado, el estenotipista debe ofrecer simultaneidad, y esto no es tarea fácil, ni con el sistema Grandjean ni con el sistema Melani. El alumno que empieza debe saber que tiene, como mínimo y por término medio, tres años por delante de preparación, y no todos conseguirán el objetivo, aunque tengan el mejor método, el mejor profesor, el mejor entrenamiento y la mejor predisposición. Lamentablemente, para saber si alguien está capacitado para alcanzar altas velocidades de discurso no le quedará más remedio que empezar a entrenar, y su progresión, junto con la opinión de su profesor, nos dirán si finalmente alcanzará el objetivo o no. Es preciso señalar que debemos dominar una máquina, la de estenotipia, y para ello se requiere agilidad mental, automatismo, independencia dactilar y coordinación, entre otros requisitos.

Al margen de la formación en estenotipia propiamente dicha, el estenotipista, como el taquígrafo, deberá poseer un gran dominio del lenguaje y una amplia cultura. No hay que olvidar que hablamos de traducción en tiempo real, por lo que no hay margen para la corrección. Esto significa que al mismo tiempo que el estenotipista escucha y teclea, el sistema informatizado traduce, por lo que el acierto o desacierto quedará a la vista de todos. No obstante, en algunos trabajos en los que la simultaneidad no sea imprescindible, el estenotipista informatizado puede hacer la toma y corregir posteriormente sus posibles errores. 



Estenotipia informatizada
¿Y si el estenotipista no tiene velocidad suficiente para ofrecer, con su sistema informatizado, el cien por cien de lo escuchado? Entonces deberá, sobre la marcha, abreviar, captar el sentido y transcribir la esencia del discurso, pero entonces no servirá para ser estenotipista parlamentario, donde necesariamente tendrá que ofrecer los debates íntegramente.



La conclusión es que de las tres técnicas analizadas, mecanografía, taquigrafía y estenotipia, solo esta última, en su versión informatizada, puede ofrecer un futuro esperanzador, al margen de la competencia que puedan suponer los programas de reconocimiento de voz, como Dragon, aunque considero que hoy por hoy están lejos de ser competencia para un buen estenotipista informatizado. Por este motivo, y dada la situación económica y laboral existente en España, considero que la formación en estenotipia informatizada puede ser una buena opción para quienes deseen encontrar un buen puesto de trabajo.

miércoles, 5 de junio de 2013

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE ACTUALMENTE LA TAQUIGRAFÍA?


Si a los jóvenes se les preguntara actualmente por el significado de la palabra taquigrafía, seguro que muchos no sabrían qué responder. Y aquellos que sí lo supieran, como he podido comprobar, inmediatamente dirían que es algo antiguo, obsoleto y que ya no vale para nada. Y creo honestamente que en parte tienen razón, aunque habría que explicarles que el concepto taquigráfico va más allá del mero registro de la palabra a la velocidad con que se pronuncia.



Es cierto que las nuevas tecnologías permiten registrar la voz con gran fiabilidad y que, desde este punto de vista, la figura del taquígrafo queda relegada a un segundo plano. No obstante, la profesión taquigráfica debe atender a aspectos infinitamente más importantes que el seguimiento de un discurso. Centrémonos, por ejemplo, en la labor que desempeñan los taquígrafos de las Cortes Generales. Su objetivo fundamental es la redacción del Diario de Sesiones, publicación que tiene por objeto poner a disposición del lector lo ocurrido en los debates parlamentarios con la máxima integridad, fidelidad e imparcialidad.


Método taquigráfico de don Luis Cortés Suaña

Si queremos cumplir este objetivo el taquígrafo, en primer lugar, deberá estar presente físicamente en la sala donde se celebre la sesión puesto que, de otro modo, aunque existan grabaciones, se perdería una información valiosísima para entender cabalmente el Diario de Sesiones, como intervenciones fuera del uso de palabra, que en ningún modo quedan registradas por ningún sistema de grabación; gestos de oradores que denotan asentimiento, contrariedad, sorpresa, disgusto, etcétera, y que se deben reflejar en el Diario de Sesiones, aunque en muchos casos escapan a la grabación de imagen; incidentes en la tribuna pública; cambios en la Presidencia; y un largo etcétera que sería tedioso relatar aquí.


D. Francisco de Paula Martí, inventor de la taquigrafía española
En segundo lugar, y más importante, el taquígrafo debe convertir un discurso oral en texto escrito, y ambos registros son diametralmente opuestos porque cada uno tiene sus propias características. En ocasiones se piensa que los Diarios de Sesiones son reflejo literal absoluto de los discursos, pero nada más lejos de la realidad. ¿Acaso esto supone alterar el contenido de los debates? En absoluto, porque el taquígrafo sabe hasta dónde puede llegar y qué nivel de intervención debe tener con las palabras que el orador le ha confiado. Así, respetando al máximo el contenido y el estilo de quien interviene, el taquígrafo deberá subsanar errores inevitables en el fragor dialéctico, como suele ocurrir con las concordancias, las conjugaciones verbales, las citas, incluso en ocasiones hasta con los propios conceptos. Esta tarea, para ser desempeñada correctamente, requiere del taquígrafo una gran formación cultural e intelectual, pues de nada serviría escuchar un discurso si no se entendiera, siquiera mínimamente, lo que el orador está transmitiendo. Solo si el taquígrafo sabe de qué se habla podrá, en su labor de intermediación, ponerlo correctamente a disposición del lector.

Al margen de lo expuesto, la taquigrafía padece otro gran problema: la formación. Igual que ocurre con la mecanografía, esta técnica ya no se enseña más que en contados centros privados, como la Federación Mecanográfica y Taquigráfica Española (www.fmte.es). Esto significa que son muy escasos los alumnos que se deciden a estudiar taquigrafía, y de estos, son todavía más escasos los que terminan sus estudios con una formación adecuada.

Taquígrafos en el Senado

En conclusión, ¿qué importancia tiene actualmente la taquigrafía en España? Con todo mi pesar debo reconocer que muy poca, limitada como está a las Cortes Generales, a alguna asamblea parlamentaria de comunidad autónoma, a algún ayuntamiento y a algunas empresas privadas que aún se sirven de esta técnica bicentenaria en su ámbito administrativo. Si a esto le añadimos lo ya expuesto en cuanto a la formación, es evidente que la pervivencia de esta técnica es más que dudosa.

No obstante, debo insistir en que la taquigrafía es un medio, no un fin en sí misma. Es la capacidad para redactar, para pasar de registro oral a escrito, lo que debe caracterizar el trabajo taquigráfico, y si esta técnica se ve superada por las nuevas tecnologías y los modernos sistemas de grabación, prescindamos de ella, pero no de la figura de un profesional caracterizado por su dominio del idioma en todas sus facetas, con una gran formación cultural e intelectual y con un elevado sentido común para adentrarse en el pensamiento de un orador y captar perfectamente el mensaje que nos transmite. Junto a ello, el taquígrafo, el redactor, o como quiera que se le denomine, deberá manejar perfectamente, entre otras herramientas, los tratamientos de texto, los programas de edición, Internet y las nuevas tecnologías que la ciencia pone al alcance de todos y que son necesarias para desempeñar su función con la máxima perfección e inmediatez