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miércoles, 22 de mayo de 2013

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE ACTUALMENTE LA MECANOGRAFÍA?



Esta palabra, mecanografía, ha perdido la vigencia que tuvo no hace tantos años. Hoy se habla más de tratamiento de textos, pero no de mecanografía o, como lo define el diccionario, arte de escribir a máquina. En otro momento me referiré a la historia de esta técnica, pero ahora me interesa detenerme en una paradoja: hay más teclados con clave qwerty que nunca (consultas médicas, hogares, comisarías, incluso teléfonos móviles, etcétera) y, sin embargo, los verdaderos mecanógrafos prácticamente no existen. Con la irrupción de los ordenadores han dejado de existir las entrañables academias de barrio, la mecanografía en Formación Profesional ha desaparecido y lo que sí proliferan son métodos para aprender vía Internet, aunque sus resultados dejan mucho que desear.

Campeonato mundial de mecanografía
Los jóvenes están muy acostumbrados a los teclados, pero ya no se ejercitan como mecanógrafos, y es que  mecanografía es mucho más que teclear: es técnica, velocidad y perfección. En los campeonatos mundiales (ver www.intersteno.org) se consiguen velocidades superiores a las 800 pulsaciones por minuto mantenidas durante media hora, con menos de cinco errores en esos treinta minutos (cada error penaliza con cien pulsaciones), logros que solo se consiguen con un buen método, un buen profesor, un buen teclado (no todos son iguales), un buen entrenamiento y una determinada capacidad personal.

Hoy es común ver mecanografiar a médicos, informáticos, periodistas, policías, estudiantes, profesores o incluso administrativos utilizando únicamente dos o tres dedos de cada mano, con lo que ello implica en cuanto a rendimiento traducido en tiempo empleado, imperfecciones en los textos y energía desaprovechada. Esta situación es muy llamativa porque supone cerrar un círculo mecanográfico. Me explico. Los primeros mecanógrafos utilizaban únicamente uno o dos dedos de cada mano. Con el paso del tiempo la técnica se fue perfeccionando y, gracias al uso de los diez dedos, la velocidad y la perfección fue en aumento. La irrupción de los ordenadores provocó, como se ha explicado, la falta de formación mecanográfica, por lo que en la actualidad los usuarios de teclados con clave qwerty han vuelto a los orígenes, a sistemas bidactilares, que inevitablemente llevan asociados menos velocidad y más imperfección.

D. Ángel Liébana
Aunque parezca increíble, sigue existiendo una Federación Mecanográfica, radicada en Madrid (www.fmte.es), único centro que mantiene viva la esencia de esta técnica. Su fundador, don Ángel Liébana, dedicó toda su vida al arte mecanográfico, fue campeón de España y del mundo, escribió numerosos tratados sobre mecanografía y consiguió desarrollar una metodología capaz de obtener el máximo rendimiento de una máquina de escribir. ¿Acaso esto ya no es aplicable a un ordenador?


Clave qwerty
Por el momento, la clave mecanográfica en aquellas antiguas máquinas sigue siendo la misma que en los más modernos ordenadores, es decir, la disposición del teclado según la clave conocida como qwerty sigue siendo idéntica, luego operar sobre estos teclados en nada difiere de hacerlo en las antiguas Underwood, Remington u Olivetti. Sin embargo, insisto, la mecanografía ha sido arrinconada y, desde mi pesimista punto de vista a este respecto, puedo considerar que esta situación terminará con la desaparición de la mecanografía entendida como técnica orientada a conseguir del teclado la máxima velocidad y perfección.

Tras estas reflexiones conviene volver a la pregunta inicial: ¿qué importancia tiene actualmente la mecanografía? Para las administraciones educativas, ninguna, porque no aplican ningún esfuerzo por desarrollarla. Para el mundo empresarial, escasa, porque parece ser que lo importante es escribir documentos de cualquier naturaleza independientemente del tiempo que se emplee -"¡Qué más da, si al final el informe o el expediente estarán hechos!"- No obstante, ¿alguien se ha parado a pensar cuánto tiempo se podría ahorrar contando con alguien que, entre otras cualificaciones, fuera un buen mecanógrafo? La consecuencia es que los usuarios de un teclado seguirán perdiendo tiempo y peleándose con qwerty, cometiendo errores sin saber que todos tienen un motivo y que absolutamente todos son subsanables.












En fin, sobre este aspecto, insisto, soy más bien pesimista. Aprendí mecanografía con doce años, he estado toda mi vida rodeado de teclados mecanográficos y el dominio de esta técnica me ha permitido competir en campeonatos mundiales y acceder a puestos de trabajo que, de otra manera, me hubiera sido imposible conseguir. Durante un tiempo pensé que informática, tratamiento de textos y mecanografía formarían una inmejorable alianza y que el nivel mecanográfico aumentaría considerablemente. Hoy la realidad me demuestra que no es así. Incluso en algunas oposiciones la velocidad exigida actualmente es inferior a la que se pedía con máquinas de escribir convencionales.Le estoy muy agradecido a esta técnica y me apena ver la situación en la que se encuentra, pero no se puede luchar contra el concepto de que nuevas tecnologías y mecanografía son incompatibles. ¿O realmente no lo son tanto?

miércoles, 8 de mayo de 2013

PRESENTACIÓN DEL BLOG

Asterio Mañanós. Taquígrafos en el Senado.


Mecanografía, taquigrafía y estenotipia. Estas tres actividades han ocupado gran parte de mi vida, y por eso les debo este trabajo. He sido dos veces campeón mundial de estenotipia, dos veces subcampeón mundial de mecanografía y dos veces campeón mundial de la prueba combinada mecanografía-estenotipia. He dedicado muchas horas a estudiar cómo conseguir la máxima velocidad y perfección en estas materias. Asimismo, he escrito artículos y libros sobre la historia de la taquigrafía y su desarrollo en España. Ahora toca devolver lo que tanto he recibido gracias a estas técnicas.

En este blog se podrá encontrar información y opinión sobre taquigrafía, mecanografía y estenotipia en sus distintas vertientes: historia, formación, técnica, velocidad, perfección, pasado, presente y futuro.

Asimismo, serán continuas las referencias al Cuerpo de Redactores Taquígrafos y Estenotipistas de las Cortes Generales como máximo exponente de esta profesión.

Con esta iniciativa pretendo mostrar lo que han sido estas tres técnicas en el pasado, lo que son en el presente y lo que se puede esperar de ellas en el futuro. Estoy convencido de que, dado el servicio que nos han prestado, se merecen este esfuerzo.